Elaboración

1. En un bol grande, echamos la harina, el azúcar, el licor de naranja, el agua de azahar, un huevo y una pizca de sal. Reservamos.
2. En un bol pequeño, 'desmigamos' la levadura, incorporamos la leche y con ayuda de un tenedor o cuchara hacemos que se diluya la levadura.
3. Vertemos poco a poco la leche (con la levadura ya disuelta) sobre la harina del bol grande y mezclamos un poco todos los ingredientes.
4. Sacamos la masa del bol y comenzamos a amasar durante unos 10-15 minutos alternando con tiempos de reposo hasta conseguir una masa no tan pegajosa y lisa.
5. A continuación incorporamos la mantequilla (fría y en daditos) y volvemos a repetir el proceso de amasado con los tiempos de reposo. Una vez integrada bien toda la mantequilla conseguiremos una masa lisa, brillante y que no se nos pega en las manos (ver consejo sobre el amasado)
6. Formamos una bola con la masa, la metemos en un bol, lo tapamos con papel de film y dejamos reposar durante 20-25 minutos.
7. Masajeamos ligeramente la masa y la dejamos reposar otros 15 minutos más.
8. A continuación sacamos la masa del bol. Este es el momento en el que decidimos si hacer un roscón grande o dos medianos como ha sido mi caso. De este modo, dividimos la masa (aproximadamente es de 1 kg.) en dos partes iguales (de unos 500 gr. cada una). Si los vamos a hornear uno tras otro, podemos prepararlos los dos. De lo contrario, si lo vamos a dejar para el día siguiente, podemos guardar una de las partes de la masa en la nevera en un bol, tapado con film para que no coja olores.
9. Cogemos la parte de masa con la que vamos a hacer el roscón (ya sea la de 1 kg. para hacer un roscón grande o la de 500 gr. para hacer el mediano) y tras otro ligero masajeo, formamos el roscón. Para ello, hacemos un agujero en el medio de la masa y vamos abriendo la masa hasta darle la forma deseada.
10. Colocamos nuestro roscón sobre la bandeja del horno forrada con papel de hornear y dejamos reposar durante 60 minutos para que fermente. En caso de que queramos meter la sorpresa, éste es el momento.
11. Pintamos el roscón con huevo batido y decoramos al gusto con frutas escarchadas, almendras laminadas y azúcar humedecida.
12. Metemos el roscón al horno (previamente precalentado a 200º), y lo horneamos durante 5 minutos a 200º con calor arriba y abajo. A continuación bajamos la temperatura del horno a 180º y lo horneamos durante 15-20 minutos más.
13. Sacamos el roscón del horno, y dejamos enfriar antes de rellenarlo y/o servirlo.

Algunas consideraciones y consejos

• El amasado es muy importante en este tipo de bollos por lo que no debemos desesperar si la masa se nos pega mucho en las manos. Es cuestión de tiempo. Al cabo de un rato, la masa será más manejable y es la mejor forma de que nos quede un roscón muy tierno y suave.
• Hay gente que para no preocuparse de que se cierre el hueco del roscón durante el horneado,  utiliza una taza alrededor de la cual estira la masa. Yo creo que no es necesario, y además no me gusta que luego la parte del roscón que ha estado en contacto con la taza se quede blanca, como si no estuviera horneado.
• En mi caso, lo he rellenado con nata montada. Para cada roscón he utilizado 500 ml de nata (mínimo 35% MG), un chorrito de esencia de vainilla y un 60 gr. de azúcar glass. Hay que tener en cuenta que para montar la nata es conveniente que tanto ésta, como el recipiente donde la vamos a montar estén muy fríos. Una vez montada la nada (que contendrá la esencia de vainilla), incorporaremos el azúcar glass utilizando una espátula.
  Aquí os dejo una imagen del corte