Las albóndigas con tomate es una receta tradicional, de las de toda la vida, pero que con una buena salsa de tomate casero está de chupa, pan y moja.
Os comentaba hace unos días que la salsa de tomate casera estilo italiano era propicia para usar en cualquier receta de pasta o albóndigas así que hoy voy a pasar de la teoría a la práctica. Unas albóndigas con tomate con las que vais a rebañar el plato. No va a necesitar ni pasar por el lavavajillas
En esta ocasión, para hacer estas albóndigas con tomate, he usado carne picada de ternera y cerdo, pero podéis hacerlas de sólo ternera, sólo cerdo o incluso de pollo y/o pavo. De cualquier forma os van a quedar riquísimas. Y si no os queréis entretener mucho o no tenéis vuestra salsa de tomate casera ya preparada, por supuesto que podéis utilizar una de súper. Las hay que también están muy ricas aunque es cierto que no son como las que hacemos nosotros en casa y que además llevan añadidos no muy saludables
Que ni decir tiene que podéis acompañarlas con unas buenas patatas fritas caseras, o incluso con un poco de puré de patata o arroz blanco. Pero no os tenéis que complicar mucho porque lo que realmente acompaña bien a estas albóndigas con tomate es un buen trozo de pan para untar. Porque con esta salsita están de chupa, pan y moja!
Ingredientes
- 1 kg. de carne picada (yo mezcla ternera y cerdo)
- 2 dientes de ajo
- 2 c/p de perejil seco
- 2 huevos
- 2 rebanadas de pan de molde
- Leche
- 1 cebollla grande
- 1 l. de salsa de tomate casera
- Harina para rebozar
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- En un bol grande ponemos la carne picada, los dientes de ajo bien picaditos y el perejil. Salpimentamos.
- Añadimos los huevos y las dos rebanadas de pan de molde a las que habremos quitado la corteza y humedecido ligeramente en un poco de leche.
- Mezclamos bien con la ayuda de una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea.
- Ponemos un poco de harina en una taza de las de café (pero no de las de expresso ) y vamos haciendo bolas con la masa que tenemos preparada y las pasamos por la taza con harina. Bastará con unos pequeños movimientos para que la albóndiga coja la harina necesaria. Sólo necesitamos que se 'pinten' de blanco, no que tengan una capa gruesa de harina. Reservamos.
- En la cazuela donde vamos a terminar nuestra receta, ponemos un poco de aceite a calentar y pochamos la cebolla muy bien picadita junto con una punta de harina (para que luego nos espese más la salsa). Retiramos del fuego y reservamos.
- Una vez tenemos dada forma a todas las albóndigas y enharinadas, las freímos en una sartén en varias tandas. Según las freímos, las colocamos en el cazuela donde hemos pochado la cebolla.
- Cuando terminemos de freír las albóndigas y las tengamos todas en nuestra cazuela, echaremos la salsa de tomate casera. Ponemos a fuego medio, llevamos a ebullición y dejamos que cuezan durante 5 minutos con la tapa de la cazuela puesta.
- Removemos las albóndigas y la salsa y dejamos otros 3-4 minutos más.
- Nuestras albóndigas ya están listas, así que a la mesa y recordad coger un buen trozo de pan
Para tener en cuenta
- Si por cualquier motivo usáis salsa de tomate comercial, cuando la echéis en la cazuela para cocer las albóndigas, podéis añadir un buen chorro de vino blanco o medio vaso de cerveza para darle algo más de sabor. En este caso, no pongáis la tapa de la cazuela ya que de este modo se evaporará el líquido extra que podamos tener (manteniendo una salsa espesa) así como el alcohol.
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