Cheesecake de calabaza y mandarina

Cheesecake de calabaza y mandarina
PREP
30 min.
COOK
6-8 horas de nevera
2 unidades de 10x10
fácil
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Este cheesecake de calabaza y mandarina puede parecer una mezcla muy rara, pero cuando lo pruebes te va a fascinar la mezcla de sabores.

Seguro que más de uno al leer el título de la receta ha pensado: ufff, qué combinación más rara! ¿Un cheesecake de calabaza y mandarina? De dónde ha salido una idea así? La verdad es que esta mezcla puede parecer rara, pero el resultado seguro que os va a sorprender aun más… y para bien. Estoy convencido de que esta mezcla de sabores, texturas y frescor os va a encantar. A mí, me fascina!

Mandarinas Gines RomanPero antes de ponerme con la receta tengo que agradecer a Ginés Román por las mandarinas que me ha enviado. Me ha hecho muchísima ilusión y es mi primer regalo como bloguero.

La verdad es que si me descuido un poco no me quedan mandarinas para la receta, porque han caído como pipas. Directamente de la huerta, grandes, frescas y con presencia. Y de sabor… deliciosas! Como muy bien dice Ginés en su web (www.mandarinate.es), esta mandarina es una auténtica ‘golosina natural’. Os podéis imaginar que el acabado de este cheesecake de calabaza con esta mandarina tan especial es una combinación ganadora. Aunque pueda parecer que es una locura ‘desaprovechar’ este nivelazo de mandarina en un postre, no es así, porque el acabado la convierte de un postre de 10, a uno top.

 

Ingredientes

  • 150 gr. de galletas de avena
  • 15 gr. de mantequilla (en pomada)
  • 250 gr. de queso Quark (vale cualquier queso tipo Philadelphia)
  • 125 gr. de puré de calabaza (o unos 400 gr. de calabaza limpia)
  • ¼ de cucharadita (de café) de jengibre
  • ¼ de cucharadita (de café) de nuez moscada
  • ½ de cucharadita (de café) de canela
  • ¼ de cucharadita (de café) de extracto de vainilla
  • 2 cucharadas soperas de azúcar
  • 5 láminas de gelatina neutra
  • 100 ml de nata líquida
  • 4 mandarinas grandes, dulces y sabrosas

Abreviaturas

  • c/s: Cuchara sopera
  • c/p: Cuchara de postre
  • c/c: Cuchara de café
  • c/n: Cantidad necesaria

Elaboración

Puré de calabaza.

Si tenéis preparado el puré, podéis saltaros este paso, pero si no es así, ya veréis qué fácil y rápido es preparar un puré de calabaza.

  1. Cogemos el trozo de calabaza ya limpia (sin corteza ni semillas), lo envolvemos bien en papel film transparente y lo metemos durante 10 minutos a potencia máxima en el microondas.
  2. Desenvolvemos nuestro trozo de calabaza con cuidado de no quemarnos con el vapor que desprende y lo trituramos con tenedor hasta obtener un puré.
  3. Ponemos el puré dentro de un colador y escurrimos hasta quitarle todo el líquido.
  4. Ya tenemos el puré. Reservamos en la nevera hasta que lo vayamos a utilizar (nos puede durar un semana en el frigo).

Tal y como indico en los ingredientes, necesitaremos unos 400 gr. de calabaza limpia para obtener unos 125 gr. de puré de calabaza (ya sin líquido).

Preparación del relleno.

  1. Forramos la parte de debajo de los moldes (los míos son cuadrados de 10cm.) de emplatar. Para ello podemos utilizar papel de hornear y ayudarnos de celo pegar sobre los laterales exteriores del molde y nos quede bien firme el 'suelo' del molde. Reservamos.
  2. Trituramos las galletas y lo mezclamos con la mantequilla en pomada (a temperatura ambiente).
  3. Colocamos una base de galleta bien nivelada en cada molde y reservamos.
  4. Ponemos en remojo las láminas de gelatina y agua fría.
  5. En caso de tener el puré de calabaza frío, lo calentamos un poquito en el microondas y le añadimos las especias (jengibre, nuez moscada y canela) y la esencia de vainilla haciendo que se mezclen bien. Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
  6. Como es posible que el puré no vaya a estar lo suficientemente caliente como para que se deshaga la gelatina, es mejor proceder con ésta como si estuviésemos trabajando con un plato frío. Para ello, escurriremos las gelatinas que teníamos en agua fría (y ya estarán hidratadas) y las disolvemos en un poquito de agua caliente.
  7. A continuación vamos incorporando el puré poco a poco sobre la gelatina disuelta (nunca al revés) y vamos removiendo para que se mezcle bien.
  8. Montamos la nata y reservamos.
  9. Batimos el queso con unas varillas y lo vamos incorporando poco a poco al puré de calabaza. Ésta es la razón por la que no podemos tener muy caliente el puré ya que de lo contrario se nos podría cortar el queso.
  10. Incorporamos poco a poco la nata montada a la mezcla utilizando una espátula y mezclándolo con movimientos envolventes (evitando que se nos 'baje' la nata montada).
  11. Vertemos poco a poco la mezcla sobre los moldes que teníamos preparados con su base de galleta teniendo cuidado de no llenarlo hasta arriba para que nos quede sitio para las mandarinas.
  12. Dejamos que se endurezca en la nevera durante 6 u 8 horas.

Decoración y desmoldado.

  1. Mondamos las mandarinas y pelamos los gajos dejando sólo la carne de la fruta.
  2. Colocamos los gajos de la mandarina sobre las tartas de fuera hacia dentro como si formásemos una flor.
  3. Desmoldamos y servimos. Para desmoldar fácilmente, podemos calentar el molde por fuera con ayuda de un mechero.
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1 comentario

  1. 30 enero, 2015 a las 21:30

    Ha sido un placer poner un granito de arena en tu receta. Verdaderamente la fruta natural es deliciosa y aun mas cuando es fresca. Ahora me toca intentar replicar esa maravilla curinaria. Saludos compañero!!!

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