Las galletas de la paz mundial son una auténtica delicia de galletas. Un bocado que enamorará a los más (y menos) chocolateros. Un antidepresivo natural.
Si el contador no me engaña, y aunque cuente la primera entrada como una receta, que no lo es como tal pero que a mi me deja mejor sabor de boca, ésta es mi entrada 200 en el recetario. Tras más de 7 años de andadura, llego a este número redondo. Para celebrar este ‘hito’ nada mejor que algo dulce. Algo para celebrar y compartir. Algo de bocado (o de un par de ellos) que sorprende a los más chocolateros. Unas galletas de la paz mundial !
Algunos os preguntaréis de dónde viene este nombre. Dejadme que os cuente su historia. Estas galletas fueron creadas por el famoso pastelero francés Pierre Hermé y les dio el nombre de galletas Korova. Y fue con este nombre con el que Dorie Greenspan (una repostera muy conocida en EE.UU.) las publicó en su libro 'Sweet Paris' (Dulces de París). Aunque fue después de que un vecino de Dorie las probase y dijese que ‘si todo el mundo pudiera tomar al día estas galletas, se conseguiría la paz en el mundo’ cuando decidió rebautizarlas en su libro 'Baking from my home to yours' (horneando de mi casa a la tuya) como World Peace Cookies (galletas de la paz mundial). Verdad que es chula la historia? ;-)
Y ahora me acuerdo cuando un día Roberto (de ‘Las del 15-T’) me pidió una receta de galletas. En ese momento, Cándido nos pasó la receta de galletas que solía hacer para llevar al trabajo el día de su cumple. Cuando leí los ingredientes dije… uy, uy, si estas son las galletas de la paz mundial. Es momento de hacerlas (y publicarlas) porque además, hoy, 24 de noviembre, también cumplo años!!
Están riquísimas y como dice Cándido… son un antidepresivo natural
Ingredientes
- 150 g de mantequilla sin sal en pomada
- 120 g de azúcar moreno o muscovado
- 50 g de azúcar blanco
- 5 ml de esencia de vainilla
- 175 g de harina de trigo
- 30 g de cacao puro en polvo
- ½ c/p de bicarbonato sódico
- 4 g de sal gruesa (yo, tipo Maldon)
- 150 g de chips de chocolate (o chocolate negro troceado)
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- En un bol ponemos la mantequilla y batimos (mejor con unas varillas eléctricas) hasta conseguir una crema. Añadimos el azúcar (tanto el moreno como el blanco) así como la vainilla, y seguimos batiendo hasta que se mezcle todo bien.
- En un cuenco, tamizamos la harina, el cacao y el bicarbonato e incorporamos la sal. Lo añadimos a la masa anterior y mezclamos a velocidad baja (con las varillas) o bien a mano con la ayuda de una espátula o cuchara.
- Añadimos el chocolate y mezclamos con suavidad para que se reparta por toda nuestra masa.
- Separamos la masa en dos partes (alrededor de unos 340 g cada una) y les damos forma de rulo (o más bien morcilla) de unos 4 cm de diámetro. Envolvemos cada uno en papel film y lo metemos a la nevera un mínimo de 3 horas para que endurezca y podamos trabajar bien luego con la masa.
- Cuando vayamos a hornearlas, precalentamos el horno a 160º. Quitamos el papel film y hacemos cortes de entre 1 y 1,5 cm de grosor con un cuchillo bien afilado y las vamos colocando en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Debemos dejar una separación entre ellas aunque no sean galletas que se expandan mucho al hornearlas (más bien se chafan un poco y ya está).
- Horneamos durante 12 minutos. Transcurrido ese tiempo parecerá que no están hechas, pero es así como tienen que estar: blandas pero lo suficientemente firmes como para pasarlas de la bandeja a una rejilla donde las dejaremos enfriar. Podemos ayudarnos de una espátula para llevarlas de la bandeja a la rejilla
- Disfrutamos de estas galletas, ya sean con un café, vaso de leche o simplemente solas. Cualquier excusa es buena para echarse una a la boca
Para tener en cuenta
- Dado que salen bastantes galletas, yo las he horneado en dos tandas. Mientras preparamos el primer rulo, dejamos el otro en la nevera. Y cuando pongamos la primera tanda a enfriar en la rejilla, preparamos la segunda.
- Ya os comentaba al principio que están muy ricas. Son un boccato di cardinale, aunque también un poquito bomba. La receta que os dejo es la receta original (ajustando las cantidades a nuestro sistema de medidas) pero para mi gusto se podría reducir un poco la cantidad de azúcar. Como es algo que seguro que vais a hacer más de una vez, podéis empezar con la original y corregir en las siguientes si lo consideráis oportuno
- Como podéis ver en los ingredientes, podemos decantarnos por los chips de chocolate o por chocolate en tableta. En este caso habrá que cortarlo en trozos (del tamaño de las gotas de chocolate) aunque tiene también la ventaja de que podemos decidir el porcentaje de cacao del mismo (os recomiendo mínimo un 70%). Si nos decantamos por un chocolate con más porcentaje de cacao que las típicas gotas (las que uso yo no llegan al 50%) quizás no parezcan tan dulces con la cantidad de azúcar original así que mantened la cantidad indicada
- Aunque son un vicio y después de la primera siempre apetece una segunda, y una tercera.... y hasta una cuarta, que sepáis que no las tenéis que comer todas de una tacada ya que aguantan bien en un recipiente hermético.
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