Esta receta surgió un poco por casualidad. Me habían sobrado un montón de zanahorias que compré para hacer una crema… Continúe leyendo »
Esta receta surgió un poco por casualidad. Me habían sobrado un montón de zanahorias que compré para hacer una crema y no tenía muy claro en qué gastarlas. Además había utilizado el horno para otra receta y lo tenía todavía caliente por lo que pensé, qué mejor que aprovechar la ocasión para hacer unas galletitas para la merienda. Dicho y hecho: galletas de zanahoria.
La verdad es que la combinación de hortalizas en la repostería es todo un acierto, y la zanahoria no iba a ser algo nuevo dentro de este área de mi recetario (ver la tarta de zanahoria con crema de queso) . Además, seguro que en esta ocasión los más peques de la casa, no van a poner ninguna pega por comer hortalizas
Ah!!, aunque no sé si os durarán muchos días (alguno seguro que ni horas) comentaros que las que os sobren las podéis guardar en un tuper para conservarlas. Claro, que teniendo en cuenta desayuno, merienda y ‘entre horas’, siempre sacamos tiempo para hincar el diente a una de ellas.
Ingredientes
- 150 gr. mantequilla a Tª ambiente
- 120 gr. azúcar en polvo
- 180 gr. de zanahoria rallada
- 270 gr. de harina
- 1 c/p esencia de vainilla
- 1 c/p levadura en polvo
- 1 pizca de sal
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- Comenzamos precalentando el horno a 200º ya que no vamos a tardar mucho en preparar la masa.
- Si las zanahorias están enteras, las pelamos, lavamos y las rallamos. Reservamos.
- En un bol, juntamos la mantequilla y el azúcar y batimos bien con unas varillas eléctricas.
- Añadimos la zanahoria rallada y volvemos a batir. Si resulta difícil hacerlo con las varillas, podemos utilizar una cuchara de madera.
- A continuación añadimos el resto de ingredientes: harina, esencia de vainilla, levadura y pizca de sal. Lo mezclamos bien hasta tener una masa homogénea.
- Preparamos la bandeja del horno cubriéndola con papel de hornear que será donde vayamos depositando nuestras porciones de masa.
- Vamos cogiendo trocitos de masa y formamos una pequeña bola. Cuando vayamos a colocarlas sobre la bandeja las dejamos caer o 'lanzamos' suavemente para que al 'caer' en el papel, se aplane un poco la galleta y quede una base 'lisa'. De cualquier modo, podéis dejarla la bola sobre el papel y presionar suavemente para que toda la base de la galleta toque la bandeja (dejando la parte de arriba abombada).
- Horneamos durante 20-25 minutos a 200º o bien hasta que las galletas queden doraditas.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
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