Las gambas al ajillo son de esas recetas típicas de la gastronomía española muy típicas para tomar como aperitivo y muy presentes… Continúe leyendo »
Las gambas al ajillo son de esas recetas típicas de la gastronomía española muy típicas para tomar como aperitivo y muy presentes en Navidad. Además, se hacen en un abrir y cerrar de ojos.
En cuanto al producto, podemos optar por la gamba fresca o por una congelada. Éstas últimas son algo más económicas, y bien preparadas no tienen mucho que envidiar a las primeras. No nos vamos a engañar y pensar que es lo mismo (que no lo es), pero la forma de prepararlas no es muy distinta.
Lo más importante si utilizamos gambas congeladas (como ha sido mi caso) es secarlas muy bien (yo utilizo papel de cocina) una vez descongeladas, porque como tengan mucha agua, ésta hará que se nos cuezan las gambas y no tengan una buena textura. Cada vez que hago esta receta, recuerdo un año en una cena de ‘Los Rurales’ la que montó Omar haciendo las gambas por descongelarlas bajo el grifo de agua caliente y no escurrirlas/secarlas como Dios manda. ¡De aquella, aprendimos todos!
Ingredientes
- 200 gr. gambas peladas
- 3 o 4 dientes de ajo
- 2 cayenas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- Si nuestras gambas son frescas, les quitamos las cabezas y las pelamos. En caso de ser congeladas (y ya vienen peladas) nos aseguramos que están bien secas (que queda mucha agua) después de descongelarlas. Reservamos.
- Pelamos los ajos y los cortamos en rodajas. Reservamos.
- En una sartén (o una cazuelita de barro) echa un buen chorretón de aceite de oliva virgen junto a la cayena y ponlo a calentar. Cuando el aceite esté caliente, añadimos los ajos.
- Tan pronto como los ajos comiencen a cambiar de color, añadimos las gambas junto con una pizca de sal. Subimos el fuego y dejamos que se cocinen durante un par de minutos (cambiarán de color).
- Apartamos del fuego y servimos en una cazuelita de barro (si no la has hecho en una de estas) junto con un poco de pan para mojar el aceite. Ummm que ricas!!
Es conveniente recordar que las gambas al ajillo se sirven muy, muy calientes (casi 'hirviendo') y que están ideales junto con un vino blanco muy fresquito o una cervecita
Déjanos tu comentario