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Hola a tod@s!! Hola de nuevo!! Hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí a escribir una receta… más de 8 meses!! Han sido muchos meses, pero han sido meses muy ajetreados aunque a la vez muy bonitos. Los meses donde se ha cocinado la mejor de las recetas, y donde hemos empezado a degustarla con todo el amor del mundo. Porque ya sabéis, la cocina sin cariño, no da buen resultado Esta receta tiene nombre propio: MARIO, pero no será la receta de la que os hable hoy
Después de tanto tiempo, no sabía con qué volver a retomar la actividad. No sé lo que me pasa pero después de estos parones, siempre me decido por algo dulce. Y la verdad es que viene al pelo, porque con el frío que hace, a quién no le apetece comerse un gofre? Sí, sí, un gofre belga.
Antes de ponerme con la receta, y como ya sabéis que estas cosas me gustan mucho, dejadme que os cuente (para los que no lo sepan) que aunque siempre decimos ‘gofres’, hay distintos tipos de ellos. Entre los más comunes están: los gofres belgas que se preparan a base de masa con levadura de panadero y clara de huevo que le dará una textura crujiente; los gofres de Lieja (ciudad del Este de Bélgica) que son más pequeños y densos que los belgas y van recubiertos de un caramelo líquido que se echa en el último momento; y los gofres americanos (o también denominados waffles) que se preparan con levadura química (del tipo Royal) y son más tipo tortita (en general son más finos que los típicos belgas).
Y después de poneros un poco al día, vamos allá con la receta. Espero que la disfrutéis.
Ingredientes
- 250 gr. de harina de trigo
- 25 gr de levadura fresca
- 150 gr. de azúcar perlado (puede ser azúcar normal)
- 200 ml de leche
- 100 gr de mantequilla
- Una pizca de sal
- 1 c/p de aroma de vainilla
- 2 huevos
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- En primer lugar separamos las yemas de las claras. Reservamos.
- En un cazo echamos la leche (salvo un poco para diluir la levadura) y la mantequilla, y lo ponemos a fuego medio para que la mantequilla se vaya fundiendo poco a poco. Cuando esté totalmente fundida, retiramos del fuego y dejamos que entibie durante unos minutos.
- Con la leche y la mantequilla entibiada, echamos las yemas de los huevos una a una y las vamos rompiendo bien para que no se nos cuajen al incorporarlas. Reservamos.
- En un bol pequeño, ponemos la leche que habíamos reservado y le damos un golpe de micro para entibiarla. Añadimos la levadura fresca desmenuzada y con un tenedor mezclamos bien hasta que la levadura se disuelva totalmente en la leche.
- En un bol, tamizamos la harina y le incorporamos la pizca de sal. Si no tuviésemos azúcar perlado y utilizásemos azúcar normal, lo incorporaríamos con la harina tamizada y la sal.
- Hacemos un hueco en el centro de la mezcla y añadimos la mezcla de leche/yemas/mantequilla, la leche/levadura y la cuchara de postre de aroma de vainilla. Mezclamos bien, de dentro hacia fuera, hasta obtener una masa homogénea y muy blanda.
- Cubrimos la masa con film y dejamos reposar a temperatura ambiente hasta que haya doblado su volumen. El tiempo dependerá mucho de las condiciones de temperatura, pero echad que puede tardar unos 30 minutos.
- Una vez doblado el volumen, añadimos el azúcar perlado y con la ayuda de una cuchara de palo removemos para que quede bien repartido por toda la masa. Este movimiento también nos servirá para desgasificar nuestra masa.
- Montamos las claras a punto de nieve y con la ayuda de una espátula de silicona las añadimos a la masa anterior con movimientos envolventes hasta que estén bien integradas.
- Enchufamos la gofrera y cuando esté caliente (en mi caso se apaga un pilotito) la engrasamos con un poco de mantequilla (que habremos derretido en el micro) y rellenamos con la masa sin excedernos ya que ésta crece con el calor y se nos puede salir. En función de estos primeros gofres ajustaremos la cantidad de masa en los siguientes para que no se nos salgan (por exceso) ni para que se quede partes sin masa (por defecto).
- Cerramos la gofrera y dejamos que se doren bien los gofres. El tiempo dependerá un poco de la gofrera. Yo los tuve unos 7-8 minutos.
- Sacamos los gofres con la ayuda de un tenedor de madera o utensilio de silocona (para no rayar el antiadherente de las placas) y dejamos enfriar un poco hasta que comiencen a endurecer.
- Servimos calientes acompañados con lo que más nos guste como puede ser: nata, frutas, sirope de arce, sirope de chocolate...
Algunos comentarios
- Como os comentaba en la receta, si no tenéis azúcar perlado, podéis usar azúcar normal. En este caso, acordaros añadirlo junto con la harina y la sal. El azúcar perlado le da ese toque de crujiente especial cuando hincas el diente al gofre... uhmm, me encanta!!
- Aunque en la receta usamos levadura fresca, también podemos utilizar levadura seca de panadero (no confundir con la química o tipo Royal). Tened en cuenta, que normalmente la relación fresca/seca es de 3/1, es decir, si en la receta ponemos 25 gr. de levadura fresca, podemos sustituirla por 8 gr. de levadura seca. En ese caso, la levadura la incorporaremos junto con la harina y la sal (y el azúcar en caso de usar el azúcar normal).
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