Con el frío que está haciendo estos días lo que más me apetece son los platos de cuchara. He de… Continúe leyendo »
Con el frío que está haciendo estos días lo que más me apetece son los platos de cuchara. He de reconocer que además de saludables, me encantan por lo que siempre que puedo, preparo alguno que además, con una buena perola, da para guardar y llevar en el túper del trabajo ya que aguantan genial y no tienes que hacer nada la noche de antes.
Este guiso de garbanzos lo he acompañado de pota, aunque por la cantidad, podría decir que es la pota la que he acompañado con garbanzos :-). La pota la podéis encontrar en cualquier pescadería tanto en tacos como en anillas. Este molusco es muy parecido al calamar (se la suele conocer como ‘calamar gigante’) si bien no es tan fino (el precio también es inferior).
Ingredientes
- 400 gr. de garbanzos cocidos.
- 600 gr. de pota limpia
- 500 gr. de tomate natural pelado
- 2 cebolletas tiernas
- 2 dientes de ajo
- 250 ml. de vino blanco
- 1 chorrito de brandy
- 4 hojas de laurel
- 1 cucharada de perejil picado
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta.
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- Picamos la cebolla y un diente de ajo. Reservamos.
- Cortamos la pota en trozos pequeños para que podamos comerlos de un bocado. Reservamos.
- En una cazuela echamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y ponemos a calentar. Cuando el aceite esté caliente, añadimos la cebolla y el diente de ajo que teníamos picados y dejamos que se poche un poco hasta que la cebolla vaya transparentando.
- A continuación echamos los trozos de pota y rehogamos unos minutos hasta que estos comiencen a dorarse un poquito.
- Echamos la cucharadita de pimentón y removemos para incorporar el tomate natural pelado, aplastando éste para que se integren bien los ingredientes (si queremos, podemos trocear el tomate antes de echarlo a la cazuela para facilitar la integración).
- Removemos un poco e incorporamos los garbanzos (bien escurridos y lavados si son de bote) y añadimos el laurel, el vino blanco y el chorrito de brandy subiendo un poco el fuego para que hierva y se evapore todo el alcohol.
- Cuando se haya evaporado el alcohol, tapamos la cazuela y dejamos que se vaya haciendo el guiso a fuego lento durante 45 minutos, vigilando que no nos quedamos sin líquido.
- Un vez pasado el tiempo de cocción, machacamos el otro diente de ajo lo incorporamos al guiso junto con el perejil y una pizca de sal y pimienta (esto último al gusto). Removemos bien y dejamos cocer durante un par de minutos más.
- Servir caliente.
Consejos.
- Como la mayoría de los guisos, estos garbanzos con pota y tomate ganan de un día para otro así que si tenéis tiempo mejor prepararlos el día de antes. En mi caso, como hago para que sobren para llevar en el túper, se nota que al día siguiente (o a los dos días) han ganado en sabor.
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