Hay cientos de versiones del típico hummus. Entre ellos, uno muy colorido que entra por los ojos: el hummus de remolacha.
La de hoy es una receta que aunque podemos hacerla durante todo el año es especialmente atractiva para hacerla en verano. Sí, porque con estos calores no solemos meter mucha legumbre en nuestra dieta. Asociamos que la legumbre siempre tiene que ser el típico plato de cuchara caliente, y no siempre es así. Este hummus de remolacha es un buen ejemplo. Una forma divina de meter los garbanzos en esta época del año. Además, al ser un aperitivo, hasta nos pega para picotear junto con una cervecita bien fresca
Mira que da juego el hummus! En el blog, además del tradicional, también tenía uno de tomates secos (que es una de las recetas más ‘aplaudidas’ entre mi gente), pero éste tiene un punto diferente. Bueno, diferente, diferente, no lo es. A lo que me refiero es al colorido. No me diréis que el hummus de remolacha no es bonito. Parece que cuando lo presentas, todo el mundo quiere hincarle el diente, ya sea con pan de pita, con unos palitos de zanahoria o incluso con unos Nachos. De cualquier forma os va a encantar. En casa, algunos días, nos resuelve una cena ligera. A mis peques les vuelve locos. Podría pensar que es por el color rosa, pero viendo cómo se lo comen, diría que es que les encanta
Y si queréis meter otro tipo de legumbres en este tipo de elaboraciones, os recomiendo el dip de lentejas al curry. Y ya que nos ponemos con los dips, dejadme que os deje otros dos para tener muy en cuenta: el Baba ganoush o el Muhammara. Dos auténticas delicias.
Ingredientes
- 400 g de garbanzos cocidos
- 200 g de remolacha cocida
- 1 c/s de tahini
- Zumo de un limón pequeño
- 50 g de queso crema
- 1 diente de ajo
- 1 c/c de comino molido
- 1 c/s de coco rallado (opcional)
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Semillas de sésamo negro (opcional)
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- Si como en mi caso, utilizamos garbanzos de bote, bastará con enjuagarlos bien en agua fría antes de añadirlos al vaso de la batidora. También podemos (opcional) darles una pequeña cocción adicional junto con el diente de ajo. Para ello echamos los garbanzos (ya enjuagados) en una cazuela junto con el diente de ajo y medio litro de agua. Cocemos durante unos 5 minutos hasta que el ajo quede blando. Reservamos el agua de la cocción.
- Pasamos parte de los garbanzos junto con la remolacha, el zumo de limón y el tahini al vaso de la batidora. Trituramos ligeramente ya que todavía nos costará un poco si nuestra batidora no tiene mucha potencia.
- Añadimos el resto de ingredientes (queso crema, diente de ajo, comino molido y coco rallado) así como el resto de garbanzos y seguimos triturando. Si vemos que queda demasiado denso y nos cuesta triturarlo bien, añadimos un poquito de agua (si tenemos de la cocción, mucho mejor).
- Ajustamos el punto de sal y echamos un ligero chorrito de aceite de oliva virgen extra (AOVE). Batimos para integrar todo bien.
- Listo para servir. Lo vertemos sobre un cuenco y lo terminamos con un chorro de AOVE y unas semillas de sésamo negro.
- Para acompañar podemos usar bastoncillos de zanahoria, pan de pita, o unos Nachos. Con cualquier cosa está riquísimo!
Para tener en cuenta
- Yo en esta ocasión lo he hecho con queso crema, pero otras veces que he tenido por casa, lo he reemplazado por yogur griego que también le pega muy bien.
- Al igual que el 'acompañamiento'. Las crudités pueden ser de lo más variadas. Las que más os gusten: calabacín, pepino, apio, rabanitos... cualquier os va a acompañar bien
Déjanos tu comentario