Navajas a la plancha con ajo y perejil

Navajas a la plancha con ajo y perejil
PREP
10 minutos
COOK
1-2 minutos
4-6 personas
fácil
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Ayer, en la cola de la pescadería, la vi y pensé: ‘éstas … a la plancha!!!’; con lo que me… Continúe leyendo »

Ayer, en la cola de la pescadería, la vi y pensé: ‘éstas … a la plancha!!!’; con lo que me gustan a mí las navajas!!! La verdad es que además de económicas, son muy fáciles y rápidas de preparar como aperitivo o para una cena ligera. A alguno le dará pereza tener que quitarles la arena (o ‘desbabar’ como dicen por tierras gallegas), pero la verdad es que es de lo más sencillo, basta con meterlas en agua con sal durante unas horas para que ellas mismas vayan tirando la arena. La mejor forma de colocarlas para que tiren toda la arena es en vertical. Para ello utilizaremos un recipiente ancho y alto (por ejemplo una jarra) donde podamos colocarlas como si fueran ‘bolígrafos’ dentro de un cubilete.

Las navajas las podemos encontrar durante toda la temporada en nuestra pescadería aunque lo que sí que debemos asegurarnos es de comprarlas bien frescas (generalmente se venden vivas) y como cualquier otro tipo de molusco, debemos consumirlas en breve espacio de tiempo. Mientras tanto, es necesario mantener el producto en el frigorífico.

Como curiosidad, comentaros que las navajas son moluscos bivalvos (‘dos valvas’ o comúnmente ‘dos conchas’) y que suelen ser confundidas con otro molusco muy parecido que es el longueirón (o muergo). Aunque son muy, pero que muy parecidos, hay una forma muy sencilla de distinguirlos (además de por su sabor) y es la forma de la ‘concha’. Mientras que la navaja tiene un forma ligeramente curva (de ahí el nombre de ‘navaja’) el longueirón es totalmente recto.

Por cierto, tened en cuenta que aunque las navajas a la plancha se hacen muy rápido, previamente debéis haberles quitado la arena, por lo que hay que ser un poquito previsores antes de ponerlas en la plancha

Ingredientes

  • 2 docenas de navajas
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 3-4 dientes de ajo
  • Perejil
  • Sal
  • Limón (opcional)

Abreviaturas

  • c/s: Cuchara sopera
  • c/p: Cuchara de postre
  • c/c: Cuchara de café
  • c/n: Cantidad necesaria

Elaboración

  1. Lo primero que tenemos que hacer es meter las navajas en un recipiente con agua fría y sal para que suelten la arena. La mejor forma de hacerlo es colocarlas de forma vertical y al menos las tenemos un par de horas o tres, cambiándoles el agua dos o tres veces.
  2. Sacamos las navajas y las lavamos debajo del grifo. Las secamos con papel de cocina o un trapo de algodón y reservamos.
  3. Pelamos y picamos muy bien los dientes de ajo (yo utilizo ese picador de ajo que los convierte casi en pasta de ajo) y añadimos perejil fresco muy bien picadito (si no tenemos podemos utilizar perejil seco) así como un poco de aceite y una pizca de sal. A continuación vamos añadiendo poco a poco más aceite y vamos mezclando bien para que ligue el aliño. Podemos utilizar un mortero, una batidora o incluso si queremos que se quede más denso, podemos ligarlo moviéndolo con el tenedor. Reservamos el aliño.
  4. En una plancha o sartén, echamos un poquito de aceite y lo ponemos a fuego fuerte. Una vez que esté caliente el aceite, podemos 'retirarlo' (con cuidado de no quemarnos) con un papel absorbente distribuyéndolo por la sartén logrando de este modo que se quede el exceso de aceite en el papel.
  5. Echamos un poco de sal gorda en la sartén, y colocamos las navajas con la parte de la carne (la parte abierta de la navaja) hacia abajo. En poco tiempo se abrirán y a partir de este momento las dejamos entre 1 y 2 minutos para que se hagan (cogerán un tono blanquecino perdiendo el 'transparente' inicial). OJO no las vayamos a dejar más tiempo porque se nos quedarían chiclosas/duras.
  6. Según se vayan haciendo las vamos sacando y colocando en un plato o bandeja. Por último, con  una cuchara, les echamos por encima el aliño de ajo y perejil.
  7. Servimos inmediatamente. Uhmmm, qué ricas!

 Comentarios.

Hay gente que les gusta echarles un chorrito de limón, incluso prefieren tomarlas simplemente con limón y no echar el aliño de ajo y perejil. Personalmente creo que el limón aporta una acidez que no hace disfrutar el verdadero sabor de la navaja y su aliño, pero claro, para gustos ... los sabores, y cada cual es libre de elegir lo que más le guste.

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