Las patatas con níscalos y costillas son de esos guisos que suben la temperatura a cualquiera. Ideal para los fríos días de invierno.
Antes de cerrar el año, quiero dejaros una receta de las de toda la vida. Una receta que hacía mi abuela, que hace mi madre, y que seguiré haciendo yo. Porque unas patatas con níscalos y costillas reconfortan a cualquiera y deberían estar presentes en cualquier recetario.
La última vez que estuve en el pueblo me traje unos cuantos níscalos. Por aquel entonces estaban empezando a salir (después de aquella fecha se cogieron muchos más) así que los que me traje eran de los pequeñitos. El tamaño ideal para asar al horno, pero que también aproveché para congelar un par de bolsas para futuras elaboraciones. Y qué mejor forma de darles salida que con un guiso tradicional de mi familia. Y es que desde hace muchísimo tiempo tenía ganas de subir al recetario estas patatas con níscalos y costillas.
Como os podéis imaginar, ésta receta es muy típica de otoño/invierno, y no sólo por la época del año en la que podemos encontrar estos hongos (ya que podemos tener congelados) sino por lo reconfortante del plato en días fríos. En un momento volveremos a recuperar el calor corporal. Pero este plato no sólo nos aporta calorías, sino también un buena cantidad de proteínas. Uno de esos platos para meterse entre pecho y espalda, junto con un vasito de vino tinto y echarse una buena siesta… mucho mejor si es frente a la chimenea
Y como esta sí que va a ser la última receta del año… desearos una buena salida y entrada de año. ¡Hasta el 2024!
Ingredientes
- 4 o 5 patatas grandes
- 600 g de costillas adobadas (mejor si son ibéricas)
- 500 g de níscalos (ver comentarios)
- 1 pimiento rojo
- ½ pimiento verde
- 1 cebolla mediana
- 1 zanahoria grande
- 4 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 1 c/c de pimentón dulce de la Vera
- Pimienta y sal
- Aceite de oliva virgen extra
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- En una cazuela grande echamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente, añadimos las costillas. Rehogamos, y cuando estén ligeramente doradas, las retiramos de la cazuela. Reservamos.
- En la misma cazuela (echamos un poquito más de aceite si vemos que es necesario) añadimos los dientes de ajo bien picaditos y la cebolla cortada en brunoise (dados pequeños). Le damos un par de vueltas y a continuación añadimos los pimientos (rojo y verde) y la zanahoria (pelada) también cortados en brunoise, junto con las dos hojas de laurel.
- Una vez pochadas las verduras (unos 8-10 minutos) es el momento de añadir las patatas. Para ello, después de pelarlas y lavarlas bien, las cascaremos (en lugar de hacer cortes rectos) para favorecer la expulsión del almidón y que nos espese nuestro guiso. Rehogamos durante un par de minutos.
- A continuación añadiremos los níscalos (congelados) y los rehogamos durante 3 o 4 minutos.
- Incorporamos el pimentón de la Vera y removemos bien para evitar que se nos queme.
- Es el momento de volver a añadir las costillas a la cazuela.
- Salpimentamos y cubrimos con agua (un dedo por encima). Ponemos a fuego fuerte y cuando comience a hervir bajamos a fuego medio y dejamos que se vaya haciendo nuestro guiso durante unos 30-40 minutos hasta que las patatas estén tiernas. Si vemos que transcurrido el tiempo todavía no están tiernas, le daremos algo mas de tiempo. Del mismo modo, si vemos que se va consumiendo el agua podemos añadir algo más, pero siempre que añadamos, deberá ser agua caliente para evitar cortar la cocción.
- Servimos caliente y disfrutamos de este delicioso guiso.
Para tener en cuenta
- En mi caso suelo tener los níscalos congelados. Básicamente y debido a que las setas/hongos frescas se echan a perder pronto, suelo lavarlos y congelarlos en bolsas. Luego, a la hora de cocinar, los echo congelados. Podéis echarlos frescos (una vez estén bien limpios de arena) pero tened en cuenta que se harán mucho antes.
- Podríamos hacer el guiso en olla rápida, pero en ese caso, os recomiendo hacer los níscalos por separado. Haríamos el guiso de costillas y patatas dejándolo unos 12 minutos (después de salir el vapor), y mientras se hace, en una sartén rehogamos los níscalos. Cuando podamos abrir la olla (se haya ido toda la presión) añadimos los níscalos y los dejamos unos minutos para que se junten todos los sabores.
- Como os podéis imaginar, y a no ser que seáis de muchísimo comer, éste guiso es para tomar como plato único, como mucho, acompañado de una ensalada
Déjanos tu comentario