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¡Ya estoy de vuelta! Y no es que me haya ido a ningún lado (bueno sí, bastantes viajes de trabajo), pero la verdad es que durante el tiempo libre (aunque haya sido poco) que he tenido, me he centrado en otra de mis aventuras que llevo a cabo cada dos años (los que pasan de la Eurocopa al Mundial y del Mundial a la Eurocopa)
La verdad que tenía ganas de volver a escribir una receta, porque algunos de vosotros me han llegado a preguntar si lo había dejado
Pues nada, la receta de hoy es una de esas elaboraciones que pegan bien en cualquier momento del año… aunque haya que encender el horno (a algunos les da más pereza hacerlo en estas fechas estivales). No es mi caso. Sólo pienso coger una quiche como ésta, sentarme en la terraza de la casa del pueblo… y se me quitan todas las penas
Esta quiche está deliciosa, ya que las verduras le da una gran jugosidad y no se hace muy pesada de comer. Además, el toque dulce de la calabaza hará las delicias de los peques (y los no tan peques) de la casa.
Ingredientes
- 1 lámina de masa quebrada
- 300 gr (aprox.) de calabaza
- Un calabacín mediano (unos 300 gr. aprox.)
- 2 puerros medianos (unos 300gr. aprox. entre los dos)
- 3 huevos
- 250 ml. de leche evaporada
- 100 gr. de queso rallado (el mío gran padano)
- Orégano
- Pimienta negra recién molida
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Cantidades para un molde de 28 cm.
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- En primer lugar ponemos a precalentar el horno a 180º.
- En un molde redondo (el mío es de 28 cm.) colocamos la masa quebrada. Sobre ésta, colocamos un poco de papel de hornear y encima de éste ponemos un poco de peso (en mi caso utilizo unos garbanzos). Metemos en el horno y horneamos durante 15 minutos. Este proceso es lo que se denomina hornear en blanco u hornear a ciegas una masa.
- Una vez pasado el tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Comenzamos a preparar el relleno. Para ello limpiamos bien el puerro (quedándonos con la parte blanca) y lo picamos finito. Reservamos.
- Pelamos el trozo de calabaza, y la cortamos en daditos pequeños (de unos 1,5 cm). Reservamos.
- Lavamos bien el calabacín (yo le dejo la piel) y lo troceamos en daditos como la calabaza. Reservamos.
- En una sartén ponemos a calentar 2 o 3 cucharas soperas de aceite de oliva virgen extra y pochamos el puerro.
- Cuando lo tengamos doradito, añadimos la calabaza y un poquito de sal. Mezclamos bien, y dejamos que se haga a fuego medio/bajo durante unos 6-8 minutos, hasta que la calabaza se vaya ablandando.
- A continuación incorporamos el calabacín y dejamos hasta que todas las verduras se queden más o menos blanditas. A mí me gusta que se queden un poco 'al dente' para notarlas al comerlos. Si pasamos mucho las verduras, se nos puede convertir en un puré y luego no se notaría dentro de nuestra quiche.
- Cuando tengamos preparadas las verduras, las retiramos del fuego y las dejamos que enfríen.
- En un cuenco batimos los huevos junto con una pizca de sal, añadimos la leche evaporada y mezclamos con la ayuda de unas varillas. Añadimos un poco de pimienta negra recién molida y orégano (al gusto).
- Incorporamos a esta mezcla el queso rallado y las verduras y mezclamos bien.
- Quitamos los garbanzos (o el peso que hayáis utilizado) y el papel de hornear y rellenamos con nuestro relleno. Echamos un poco de queso rallado por encima (esto último opcional).
- Metemos la quiche sobre la bandeja del medio del horno (precalentado a 180º) y dejamos cocer durante unos 30 minutos. La quiche estará lista cuando la superficie coja un color dorado y al pinchar el relleno con un palillo, éste salga limpio.
- Sacamos del horno y dejamos que enfríe sobre una rejilla.
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