No, no es un árbol. Tampoco una verdura alienígena. Es un romanesco con ajitos y pimentón. Si no lo has probado, te sorprenderá.
No, no penséis que terminadas las fiestas navideñas he quitado el árbol de Navidad y lo he cocinado. Se parece, pero no. Algunos de vosotros diréis: ‘pues se parece mucho, ¿qué es?’. Así, es, se parece, pero es una verdura que desde hace un tiempo es más fácil verla por los supermercados: el romanesco, y esta vez lo he preparado con ajitos y pimentón.
Esta verdura con aspecto alienígena que parece salida del ensayo de juntar un coliflor y un brócoli (no es un cruce entre estas dos verduras, pero sí pertenecen los tres a la familia de la col) es muy rica en vitamina C, ácido fólico, potasio y fibra. En cuanto a su sabor, decir que no es tan intenso como la coliflor (también mucho menos flatulento), ni tan neutro como el brócoli.
Pero si os soy sincero, lo que más me llama la atención del romanesco es su aspecto y lo que ‘esconde’ dentro de él. Las matemáticas dentro de una verdura. Porque aunque parezca mentira, la floración del romanesco no sólo sigue la serie de Fibonacci sino que además presenta una geometría fractal (de aquí que también le llamen col fractal), es decir, sus formas geométricas se van repitiendo a muchas escalas. En un lenguaje un poco más llano, podríamos decir que si hiciésemos un zoom a un romanesco, veríamos otro romanesco más pequeño, y que si volviésemos a hacer un nuevo zoom sobre este último, veríamos otro más pequeño, y así sucesivamente. ¿No os parece fascinante?
Y para finalizar este repaso al romanesco, comentaros que la forma más común de prepararlo es cocido al agua o al vapor, aunque podéis hacerlo en otras preparaciones como tempura (cortando los pequeños ‘arbolitos’), gratinado, en crema, …
Ingredientes
- 1 romanesco
- 2 patatas
- 6 dientes de ajo
- 1 c/p de pimentón de la Vera
- 2 c/s de vinagre
- Aceite de oliva virgen extra
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- En primer lugar quitamos las hojas sobrantes al romanesco y le cortamos el tallo a ras de las ramas. A continuación lo lavamos bien bajo el grifo. Reservamos.
- Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. Reservamos.
- En una cazuela/olla profunda (donde nos quepa todo el romanesco de una sola pieza) ponemos a calentar agua, junto con un buen chorro de aceite y una cucharadita de sal.
- Cuando comience a hervir el agua, añadimos el romanesco y las patatas. Esto hará que bajemos la temperatura del agua por lo que dejamos que vuelva a hervir y desde este momento, lo dejaremos hervir unos 20-25 minutos (dependerá del tamaño del romanesco).
Para ver que está correcto de cocción, pincharemos el tallo y veremos que está tierno pero que no se deshace. Personalmente me gusta un poco 'al dente'. - Escurrimos el romanesco y las patatas y reservamos un par de cucharadas del agua de la cocción.
- En una sartén pequeña, ponemos a calentar unos 75 ml. de aceite (unas 5 cucharadas). Cuando esté caliente, incorporamos los ajos picaditos (no excesivamente picaditos; que se note el ajo) y dejamos que se doren.
- Cuando los ajos estén doraditos, retiramos del fuego e incorporamos el pimentón, el vinagre y las dos cucharadas del agua de cocción que habíamos reservado. Removemos con una cuchara de madera para integrar todo bien.
- En la fuente donde vamos a servir, colocamos una cama de patatas y encima de ésta el romanesco. Vertemos sobre éste el sofrito de ajitos y pimentón y servimos.
Trucos y consejos.
- Tened en cuenta que si las patatas no son muy grandes, éstas se harán más rápido que el romanesco. Como no es plan de estar sacándolas antes (sería un lío y romperíamos la cocción del romanesco), podéis echarlas a cocer 5 minutos más tarde que el romanesco. Así lo sacamos todo a la vez.
Fascinante sí! qué cosas nos enseñas…
A mí la verdad esta verdura no me mucho por eso no pedí probar la receta ? Eso sí, muy original ?