Hacer tahini casera es sencillísimo. Basta con juntar los ingredientes y triturar hasta convertirlo en un pasta.
El tahini, o también conocida como tahin o tahina, es una pasta de sésamo (también llamado ajonjolí) muy utilizada en Oriente Próximo en recetas como el hummus, el baba ganoush o el falafel, aunque simplemente untado con un poco de pan ya está deliciosa… y mucho más si es una tahini casera
La receta no puede ser más sencilla. Básicamente es sésamo tostado (lo podemos comprar ya tostado o tostarlo nosotros) con un medio líquido que suele ser aceite y/o agua. Como os podéis imaginar según el líquido e incluso el tipo de éste (aceite de oliva, de sésamo, virgen extra…) que utilicéis, tendréis un sabor más o menos potente. Del mismo modo, y dependiendo de la cantidad de líquido que incorporemos, podemos estar hablando de una salsa o una pasta (más o menos líquido). En la receta que os dejo yo, es más bien una pasta donde juego con distintos aceites y agua.
Una vez hagáis la tahini casera, estoy convencido que no volveréis a comprar el comercial. Es tan fácil y tan sencillo de hacer que cuando vayáis a emplearlo en cualquier receta podéis hacer la cantidad que necesitéis. Aunque en mi caso, siempre suelo tener hecha porque los dips caseros de legumbres suelen ser muy habituales en casa.
Ingredientes
- 150 g de sésamo
- 3 c/s de aceite de oliva virgen extra
- 1 c/s de aceite de sésamo
- 1 c/s de agua
- 1 pizca (muy poco) de sal
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- Si utilizamos sésamo sin tostar será necesario tostarlo. En primer, enjuagamos las semillas bajo un chorro de agua fría y escurrimos bien. A continuación ponemos a calentar una sartén amplia a fuego medio-alto, sin añadir nada de grasa (aceite, mantequilla,...). Cuando esté caliente echamos las semillas de sésamo y dejamos que se doren durante unos 5 minutos, moviéndolas de vez en cuando para que se haga de forma homogénea. Veremos cómo cambian ligeramente de color (a dorado) y comienzan a soltar aroma. Una vez tostado el sésamo, dejaremos enfriar durante unos 10 minutos.
Si utilizamos sésamo tostado, nos podremos saltar este primer paso - Ponemos el sésamo tostado en una picadora/batidora o molinillo junto con la pizca (muy pequeña) de sal, una parte del aceite y comenzamos a triturar a velocidad máxima. Mientras seguimos triturando vamos añadiendo el resto del aceite y agua hasta lograr una pasta cremosa.
Como la pasta se irá pegando a las paredes, iremos bajándola hacia el centro para seguir triturándola. - Cuando consigamos la textura deseada (no hace falta tener una pasta fina, fina), sacaremos la pasta del vaso donde hemos triturado y la pasamos a un recipiente hermético.
Para tener en cuenta
- Este tahini casero dura semanas en la nevera. Aunque no lleva mucho tiempo hacerla, yo cuando hago suelo hacer algo más de cantidad para nuevas elaboraciones.
- Como os comentaba, el tahini es de sabor fuerte. Si lo queréis con menos sabor, podéis usar semillas sin tostar (lavadlas antes de triturar) o sustituir parte del aceite por más agua. Incluso, para darle un toque más dulce, podéis usar miel
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