Soy de los que cuando hay invitados en casa, siempre tengo que preparar un postre. La verdad es que son… Continúe leyendo »
Soy de los que cuando hay invitados en casa, siempre tengo que preparar un postre. La verdad es que son muy agradecidos, pero muchas veces, si los platos anteriores son contundentes, es conveniente que éste sea ‘ligero’.
El caso es que venían a comer mis tíos y mi prima y todavía no habían probado un menú de NaChef (como suele decir mi tía) así que después del arroz caldoso con rape y langostinos de primero y el lomo relleno al Pedro Ximénez de segundo, el postre tenía que ser ligero pero a la vez, estar a la altura del menú.¡Y vaya que si está!. Además de ello, cumple el otro requisito que necesitaba: que se hiciese rápido y a ser posible el día anterior y además… ¡no necesita horno!
Pues eso, que esta tarta de piña y gelatina de limón se hace en un abrir y cerrar de ojos. El ligera, refrescante y con una textura esponjosa. La preparas el día anterior, y sólo tienes que volver acordarte de ella a la hora de desmoldar y servir. Simplemente ideal.
Ingredientes
- 1 kg. de piña natural (puede ser en bote).
- 150 gr. de galletas de avena (para la base)
- 15 gr. de mantequilla.(para la base)
- 10 gr. de azúcar.(para la base)
- 250 ml. de jugo de piña en lata o zumo de piña.
- 500 ml. de nata para montar.
- 5 c/s de azúcar para montar la nata. (para la nata)
- 2 sobres de gelatina de limón.
- Zumo de un limón.
- 3 c/s de azúcar.
- Caramelo líquido para decorar (opcional)
- Cantidades para molde de 22 cm.
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- En primer lugar preparamos la base de galletas. Para ello, trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla y los 10 gr. de azúcar.
- Cubrimos el fondo de nuestro molde desmontable (yo utilicé uno redondo de 22 cm.) y lo metemos en el horno (previamente precalentado) durante 7-8 minutos a 180º.
- A continuación trituramos la piña junto el zumo de limón hasta conseguir un puré muy fino. Reservamos.
Tened en cuenta, que la piña tiene mucha fibra por lo que es posible que queden hebras en el puré. Aseguraos de triturarlo muy bien para dejarlo lo más fino posible. - En un recipiente muy frío (yo suelo meterlo un rato antes en el congelador) montamos la nata junto con las 5 cucharadas soperas de azúcar. Reservamos en la nevera.
- En un cazo ponemos a calentar el jugo de piña. Cuando comience a hervir echamos los sobres de gelatina y tres cucharadas soperas de azúcar. Reservamos.
- Incorporamos poco a poco el puré de piña a la nata montada mediante movimientos envolventes ayudándonos de una espátula.
- Añadimos el disuelto de gelatina (estará caliente) a la mezcla anterior.
- Vertemos toda la mezcla sobre el molde con la base de galleta.
- Metemos en la nevera y dejamos que cuaje durante unas 4-6 horas, si bien, es mejor dejarla reposar en la nevera durante toda la noche.
- A la hora de servir, desmoldamos y echamos caramelo líquido (opcional) sobre la tarta.
Consejos, trucos y otros.
- El molde/tamaño. Por lo general, este tipo de tartas me gustan que sean altas por lo que suelo utilizar moldes más pequeños. En este caso he utilizado uno de 22 cm. pero me ha sobrado algo que 'mezcla' que he utilizado para hacer otra tarta pequeña para llevar al trabajo (esta última sin galleta). Con las medidas que os dejo os daría bien para un molde de 26 cm. aunque os quede un poco más baja.
- Hay que tener en cuenta que si el molde no cierra muy bien, es posible que se nos pueda salir algo del disuelto de gelatina (aunque tengamos la galleta) por lo que es conveniente poner el molde sobre algún recipiente por si suelta líquido.
- Si en lugar de un molde desmontable utilizamos un recipiente fijo, a la hora de desmoldar la tarta podremos darle la vuelta. En ese caso tendremos la gelatina en lo que era la base del molde y por lo tanto en nuestra parte superior de la tarta (al desmoldar). De este modo, tendremos una capa de gelatina por encima de nuestra tarta.
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