Anda que no tenía ganas de hacer esta tarta. La verdad es muchas veces, en el súper, cuando pasaba por… Continúe leyendo »
Anda que no tenía ganas de hacer esta tarta. La verdad es muchas veces, en el súper, cuando pasaba por el stand de las cervezas y veía la Guinness, me decía, la cojo y hago la tarta, pero siempre encontraba una ‘excusa’ para no echarla en el carro. Esta vez no ha sido así, y en lugar de verla y echarla en el carro, ya la llevaba en la lista de la compra
Es la tarta que este año nos hemos comido por el día del padre / San José. El viernes le dije a mi madre que yo iba a llevar el postre, que no comprase nada, pero cuando me puse a pensar qué hacer dije: ya está, qué día es hoy? 17 de marzo, San Patricio, qué mejor que una tarta Guinness!! Dicho y hecho
Lo primero que me gustaría aclarar para aquellos que les eche para atrás el hecho de utilizar una cerveza para su elaboración es que no queda nada de alcohol ya que se pierde durante el proceso de elaboración. El sabor a la misma, pues casi que tampoco. ¿Entonces para qué la usamos, se preguntarán algunos? Pues lo que nos va a aportar esta cerveza es una densidad y humedad al bizcocho a la vez que potenciará el sabor del chocolate. Eso sí, en lo que nos os puedo engañar es en las calorías que tiene cada porción… basta con mirar los ingredientes. Pero ya veréis como es difícil decir que no a un segundo trozo
Pues nada, deciros que la tarta ha sido todo un éxito (el error ha sido no haberla hecho mucho antes) y que además de ser una tarta sencilla y rápida de hacer, tiene un aspecto divertido, pareciéndose a una auténtica cerveza Guinness son su cuerpo negro (bizcocho) y su espuma blanca (frosting de nata y queso).
Ingredientes
- Para el bizcocho
- 250 ml de cerveza Guiness
- 250 gr de mantequilla
- 250 gr de harina normal
- 75 gr de cacao puro en polvo
- 400 gr de azúcar blanco
- 140 ml de nata
- 3 huevos
- 2 c/p de aroma de vainilla
- 2+½ c/p de bicarbonato sódico
- Para el frosting
- 350 ml de nata (mínimo 35% MG)
- 150 gr de azúcar glass
- 300 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
- Nota.- Medidas para molde redondo de 22 cm. Con los ingredientes anteriores obtendremos unos 1300ml de mezcla.
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
Preparación del bizcocho y horneado
- En un cazo ponemos a calentar a fuego bajo (4/12) los 250 ml de cerveza negra y sin dejar que hierva.
- Cuando esté caliente incorporamos la mantequilla cortada en trozos y removemos con una cuchara de madera hasta que se derrita por completo. Retiramos del fuego y reservamos.
- En un bol amplio echamos todos los ingredientes secos (cacao, harina, azúcar y bicarbonato). Mezclamos todo muy bien. Reservamos.
- En otro bol ponemos el resto de ingredientes líquidos (140 ml de nata, huevos, y el aroma de vainilla). Mezclamos bien con la ayuda de una varilla. Reservamos.
- Incorporamos en el bol donde tenemos los ingredientes líquidos el contenido que teníamos en el cazo (cerveza más mantequilla derretida) y mezclamos nuevamente hasta integrar todo bien.
- A continuación vamos incorporando esta mezcla líquida al bol de los ingredientes secos poco a poco y vamos mezclando con ayuda de una varilla hasta terminar de incorporar todo el líquido y obtener una masa uniforme y sin grumos.
- Vertemos nuestra masa en un molde redondo desmoldable de 22 cm. engrasado con mantequilla y enharinado.
- Introducimos en el horno previamente precalentado a 180º durante 45-50 minutos con calor arriba y abajo. Estará hecho cuando al meter un palillo, éste salga limpio (sin restos de masa).
A los 25 minutos de horneado, podemos ver si el bizcocho empieza a hacer costra por encima, en cuyo caso pondremos un papel de aluminio por encima para evitar que se queme.
Los últimos 5 minutos quitamos el papel de aluminio para que termine de coger color. - Una vez esté horneado nuestro bizcocho, lo dejamos enfriar sobre una rejilla al menos una hora.
Preparación del frosting de queso y nata
- En primer lugar montamos la nata. Como os he comentado en alguna ocasión, para facilitar que la nata se monte bien es conveniente que ésta esté fría (si no la tenemos en la nevera, la podemos meter un rato en el congelador pero con cuidado de que no se congele) así como el bol que vayamos a utilizar (éste también lo podemos meter antes en la nevera).
- Una vez montada la nata, le incorporamos la mitad (sólo 75 gr.) del azúcar glass. Lo hacemos de este modo para facilitar que la nata se nos monte. A la hora de incorporar el azúcar glass deberemos tener cuidado de que la nata no se nos baje. Para ello incorporaremos el azúcar poco a poco e iremos integrándolo con movimientos envolventes. Reservamos.
- Mezclamos el queso crema con el resto de azúcar glass (los otros 75 gr.) y mezclamos bien hasta conseguir una crema suave, homogénea y sin ningún grumo. Reservamos.
- Vamos añadiendo la nata montada a la mezcla de queso con movimientos suaves hasta conseguir mezclarlo todo muy bien.
- Reservamos en la nevera hasta que montemos la tarta.
Montaje de la tarta
- Una vez que tenemos el bizcocho frío, lo desmoldamos y cortamos por la mitad. En caso de que no queráis poner una capa de crema por la mitad (a mi me parece que queda más jugosa) no hace falta que lo cortéis.
- Repartimos una capa de frosting (aproximadamente un tercio de lo que tengamos) sobre el bizcocho inferior y colocamos el otro a modo de 'tapa'.
- Finalmente añadimos el resto de frosting (los dos tercios que nos quedan) aplicando una capa gruesa y uniforme sobre nuestro bizcocho. Esta capa es lo que simulará nuestra espuma 'Guinness'
- Metemos la tarta en la nevera y sacaremos un poco antes de servirla.
Aquí os dejo también una foto de la tarta al completo con su imagen de 'cerveza'
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