Todo un éxito!!! Si, creo que es la mejor forma de calificar esta tarta. Fue por mi cumple cuando mi… Continúe leyendo »
Todo un éxito!!! Si, creo que es la mejor forma de calificar esta tarta. Fue por mi cumple cuando mi mujer me sorprendió con esta tarta, y desde ese día la he tenido entre ceja y ceja para volverla a repetir, hacer la foto pertinente y subir la receta al blog.
Había que buscar el momento y ese momento llegó para el día de Navidad, si, porque no sólo era un día en el que íbamos a estar todos en casa, sino que además aprovechaba las últimas mandarinas del año. Si, si, y digo las últimas porque después de probar los frutos de Mandarínate (by Ginés Roman) ya no queremos probar otras del mercado. Es que no hay color, y desgraciadamente la venta de este año ya se ha acabado . Esperaremos a la temporada que viene a ver si superamos los 25kg (5+10+10) que nos hemos comido mano a mano este año
Pues eso, que la tarta, la cojáis por donde la cojáis, es una delicia. Es sencilla de hacer, es muy vistosa y entra de maravilla. Sólo un comentario: si en casa hay alguna embarazada, tenedlo en cuenta por el tema de la crema pastelera: contiene huevo y en la preparación sólo se llega a los 90º de temperatura. Mi hermana, en estado de buena esperanza fue la única que se quedó con las ganas de probarla. Le debo una tarta …y ella a mi, otra sobrina preciosa!!!
Ingredientes
- 2 láminas de hojaldre
- 3 mandarinas
- 2 kiwis
- 125 gr. de frambuesas
- 1 sobre de cobertura para tartas
- Para la crema pastelera
- 500 ml de leche
- 3 huevos
- 100 gr de azúcar
- 50 gr de maicena
- 2 c/s de aroma de vainilla
- Para la nata montada
- 500 ml de nata (min. 35% MG)
- 80 gr de azúcar glas
- 2 c/s de aroma de vainilla
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
A continuación indicaré los pasos a seguir (son muy sencillos) hasta ponernos con el montaje de la tarta. En el caso de los rellenos (crema pastelera y nata) he utilizado mi robot de cocina (Thermomix) y en base a eso comentaré los pasos, pero podéis utilizar cualquier receta que tengáis a mano para preparar estas elaboraciones. Eso sí, tened en cuenta las cantidades para que no os quedéis muy cortos
El hojaldre
- Vamos precalentando el horno a 200º.
- Estiramos un poco la masa de hojaldre con la ayuda de un rodillo pero sin aplastarla mucho. No necesitamos hacerla más grande, pero con este pequeño 'prensado' intentamos evitar un poco que nos suba durante el horneado (también la pincharemos).
- Cortamos por la mitad la lámina de hojaldre y colocamos en un papel de hornear sobre la bandeja del horno dejando una pequeña separación entre las láminas por si creciesen un poco y se juntasen durante el horneado.
- Pinchamos el hojaldre con un tenedor para evitar (en la medida de lo posible) que suba al hornearlo.
- Lo metemos en el horno (precalentado a 200º) durante 20 minutos para que se dore. Si durante el horneado vemos que salen 'pompas/burbujas' al hojaldre, podemos abrir el horno, pinchar con un tenedor y aplanar la masa con una espátula de cocina. Esta operación tiene que ser rápida para evitar que se nos baje mucho la temperatura del horno. Si abrimos el horno para bajar el hojaldre, quizás necesitemos algo más de tiempo para que se nos dore.
- Si como en mi caso, sólo hemos metido una lámina de hojaldre, volvemos a repetir los pasos para la otra lámina.
La crema pastelera
- Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la Thermomix y programamos 7 minutos, temperatura 90º, velocidad 4.
- Vertemos la crema en un tuper cubriendola con un film transparente y que éste esté en contacto con la crema para evitar que se forme costra. También podemos meterla en una manga pastelera. Guardamos en la nevera al menos una hora, antes de utilizarla.
La nata montada
- Ponemos la nata (es recomendable que esté bien fría) en el vaso (también conviene que esté frío) y la aroma de vainilla. Programamos velocidad 5 pero sin tiempo ya que debemos ir controlándolo hasta que termine de montarse. Lo notaréis porque las cuchillas dejan de tocar la nata (el ruido también cambia) y la nata montada se pegará a las paredes del vaso quedando el centro casi vacío.
- Una vez montada la nata, incorporamos el azúcar glas poco a poco y lo integramos con la ayuda de una espátula de silicona.
- Metemos en la manga pastelera (o en un bol) y la llevamos a la nevera hasta que la necesitemos.
Montaje de la tarta/milhojas
- Pelamos las mandarinas y reservamos los gajos. Pelamos los kiwis, los cortamos en rodajas y reservamos.
- Cogemos una lámina de hojaldre (de las 4 que tenemos) y la utilizaremos de base. Sobre ella, y con ayuda de la manga pastelera la cubrimos con una capa de crema pastelera.
- Sobre la capa de crema pastelera, ponemos una nueva lámina de hojaldre, y sobre éste, del mismo modo que hicimos con la crema pastelera (ayudándonos con la manga) cubrimos con una capa, esta vez de nata montada.
- Sobre la nata montada ponemos una tercera lámina de hojaldre para cerrar la milhoja.
- Finalmente, colocamos las frutas (gajos de mandarinas, rodajas de kiwi y frambuesas) sobre esta tercera lámina de hojaldre para decorar nuestra milhoja.
- Ahora y sólo nos quedará preparar la cobertura de tarta (según indica en el sobre) y verter el líquido sobre la fruta (con la ayuda de una cuchara) lo que le dará un aspecto más brillante y servirá también como 'sellador' para evitar que se nos mueva o caiga la fruta.
- Guardamos en la nevera hasta el momento de servir. Deberemos dejar al menos 30 minutos hasta que la cobertura se haya enfriado por completo.
Como os habréis dado cuenta, nos sobra una lámina de hojaldre (de los cuatro trozos que hemos horneado, sólo hemos usado tres). No os preocupéis porque podéis utilizarlo para hacer una mini porción de tarta (os sobrarán ingredientes para ello), o basta con poner nata y/o crema sobre dicha lámina y con un poco de fruta podemos hincarle el diente antes de llevar la tarta a la mesa
Comentarios y recomendaciones
- Se puede utilizar cualquier fruta aprovechando las frutas de temporada. Jugad con los colores porque es parte del éxito de esta tarta: entra muy bien por los ojos.
- La tarta es conveniente hacerla en el día porque si pasa mucho tiempo en la nevera, el hojaldre se humedecerá y no tendrá ese toque crujiente que tanto nos gusta en una milhoja.
- A la hora de hornear el hojaldre podemos espolvorear un poco de azúcar glas (cuando lo pinchamos) para darle un toque más dulce.
- En algunas ocasiones para evitar que le hojaldre suba al hornearlo, solemos poner peso sobre éste (por ejemplo, unos garbanzos), pero en este caso la masa no queda tan doradita. Yo he preferido hornearlo sin nada encima.
- Seguro que la cobertura de tartas la encontráis en cualquier súper. Yo la suelo comprar en Lidl (de la marca Belbake).
- Si no queremos utilizar una cobertura 'industrial', también existe la opción de hacerlo más natural. Una opción es poner la piel de dos manzanas junto con 250 ml. de agua y 200 gr. de azúcar en un cazo y dejamos hervir unos 15 minutos a fuego medio. Mientras cuece, dejamos a remojo dos hojas de gelatina durante unos 10 minutos. Colamos el jarabe obtenido y añadimos las hojas hidratadas bien escurridas, removemos bien hasta que se disuelva perfectamente. Añadimos una cucharada de zumo de limón y ya lo tenemos listo. Si se nos llegase a enfriar y se solidifica, podemos volver a llevarlo al estado líquido metiéndolo unos segundos en el microondas.
La crema pastelera no es problema para embarazadas. Pudiendo tomar cualquier producto pasteurizado (que alcanza sólo los 72 grados durante unos 20 segundos), calentar a 90 grados varios minutos es todavía mejor
Hola Sara, lo primero agradecerte tu comentario e interés. En cuanto al mismo, quizás estemos mezclando dos conceptos
Cuando hablo de que la crema pastelera no es apta para embarazadas, me estoy refiriendo a la que describo en la receta: una crema tradicional con huevos frescos. Otra cosa distinta es si utilizásemos huevos pasteurizados en la que no habría problema. La crema pastelera consiste en espesar la mezcla sin que el huevo llegue a cuajar (por exceso de temperatura) ya que de lo contrario se nos cortaría. De este modo, el huevo no está totalmente cocinado, y como son huevos frescos, el riesgo sigue presente. Es lo mismo que hacer un huevo frito con aceite a temperatura muy alta pero que la yema no cuaja o una tortilla poco cuajada. Con esto, lo mejor es no arriesgar.
Respecto a la pasteurización, como bien dices, cualquier producto pasteurizado se puede comer, pero OJO… la pasteurización no sólo es alcanzar una temperatura durante unos segundos, sino también enfriarlo rápidamente. Yo personalmente, no creo que un proceso como éste sea fácil llevarlo a cabo en una cocina como la mía