Algunas veces me he preguntado por qué determinas recetas son típicas de determinas fechas o celebraciones. Por los ingredientes que… Continúe leyendo »
Algunas veces me he preguntado por qué determinas recetas son típicas de determinas fechas o celebraciones. Por los ingredientes que lo componen, podría prepararse durante todo el año, pero sin embargo suelen estar asociadas a unas fechas en particular. Seguro que a todos se nos viene a la mente el Roscón de Reyes, los huesitos o buñuelos de Santo, y ¡cómo no!, la receta que os traigo hoy: las torrijas, típicas de Semana Santa.
En el caso de la torrijas, se cree que la tradición viene por aprovechar el pan sobrante en época de cuaresma. Durante estos días no se podía comer carne y por tanto se consumía menos pan aunque se seguía haciendo la misma cantidad que el resto del año. Este exceso de pan encontraba salida en esta rica receta.
Fuera como fuese, aquellos que siempre hemos comido torrijas en estas fechas, cuando se aproxima la Semana Santa no podemos dejar de pensar en ellas, y si no lo hacemos, ya se encargan los supermercados de recordarnoslo llenando los estantes de pan de torrijas, canela en rama y molida, …. incluso de paquetes de torrijas ya hechas (que ni decir tiene, no están tan ricas como las preparadas en casa).
Y ahora sí, os dejo con la receta. Que las disfrutéis!!!
Ingredientes
- 1 barra de pan para torrijas
- 1 litro de leche
- 100 gr de azúcar
- 2 ramas de canela
- Piel de un limón
- 2 huevos
- Aceite de oliva suave
- Azúcar y canela en polvo(para rebozado final)
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- Para aquellos que habéis optado por una barra de pan 'de una sola pieza', cortar en rebanadas más bien gruesas (entre 1,5 y 2 cm).
- En un cazo, ponemos la leche, el azúcar, las ramas de canela y la piel de limón (al pelarlo evitaremos dejar parte blanca en la piel para que no amargue) a calentar hasta llevarlo al punto de ebullición. Es conveniente remover para evitar que se pegue mucho la leche en el fondo del cazo.
- Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y dejamos enfriar para que al empapar el pan no se reblandezca mucho.
- Batimos los huevos y reservamos.
- En un recipiente ancho, preparamos el 'rebozado' de azúcar y canela. Para ello, echamos unas 3 cucharas de postre de canela por cada 100 gr de azúcar. Reservamos.
- En una sartén, ponemos a calentar el aceite a fuego medio. Utilizamos un aceite de oliva suave en lugar de virgen extra para que las torrijas no cojan mucho sabor a aceite intenso.
- Una vez haya enfriado la leche infusionada con la canela y el limón, bañamos/empapamos las torrijas por lo dos lados pero evitando que chorreen.
- Pasamos las torrijas por el huevo batido y las echamos a la sartén cuando el aceite esté bien caliente.
- Freímos las torrijas por los dos lados hasta que estén doraditas y las pasamos a un plato con papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite.
- Rebozamos las torrijas en la mezcla de azúcar y canela y dejamos enfriar antes de degustarlas.
Degustación.
Personalmente, me gustan más de un día para otro. El reposo hace que las torrijas 'suden' y se cree una especie de almíbar que os maravillará. Eso sí, en casa tenemos que hacer bastantes para que duren para el día siguiente, porque es difícil aguantar tanto tiempo sin hincarles el diente
Trucos y comentarios.
Tal y como he comentado en los pasos de la preparación, es conveniente que la leche con la que empapamos las torrijas esté al menos tibia, ya que si ésta estuviese caliente puede que al meter el pan éste se nos deshaga.
A la hora de freír procuraremos mantener la temperatura del aceite más o menos constante (siempre caliente). Para ello, lo mejor es no freír muchas torrijas a la vez (yo las hago de tres en tres). Esto nos permitirá también hacerlo en una sartén más pequeña y por tanto utilizar menos aceite.
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