Dado que la mezcla va a ir cuajando poco a poco, podemos adelantar los primeros pasos del montaje de los vasitos para trabajar con una mezcla más líquida. Los pasos para la preparación de la mezcla son:

1. En caso de no tener el queso parmesano rallado (como fue mi caso), lo rallamos muy fino.
2. En un bol colocamos el parmesano rallado, la nata, la leche y el agar agar. Lo ponemos al fuego y lo llevamos ebullición removiendo continuamente con unas varillas para que no se formen burbujas.
3. Una vez ha llegado al punto de ebullición, lo dejamos un par de minutos más y retiramos del fuego.
4. Añadimos un poco de pimienta molida y rectificamos de sal.

Montaje de los vasitos.

Ponemos dos o tres cucharadas de postre de mermelada de tomate en el fondo de los vasitos repartiéndola homogéneamente para que no se nos cuele luego la mezcla de parmesano entre la mermelada. A continuación vertemos la mezcla a través de un colador entre los vasitos y dejamos cuajar un mínimo de 3 horas. Servimos bien frío.

Hay que tener en cuenta, que este vasito puede llegar a saber mucho a queso, de modo que si queremos darle un toque más dulce podemos jugar con las proporciones de mermelada y queso. Según mis amigos un poco más de mermelada (casi una proporción 1 a 1) no hubiese estado mal