El New York Cheesecake es, probablemente, la tarta más emblemática de EE.UU. Una auténtica delicia para los amantes de las tartas de queso.
Este año hemos tenido sorpresa en la petición de tarta para el cumpleaños de Mario. No sé exactamente muy bien la razón, pero en esta ocasión ha pedido una tarta de queso. «Una de esas con mermelada por encima» dijo. Tartas de queso hay muchas, así que como era algo que tenía en mente hacer en algún momento, me he decantado por una New York cheesecake con su cobertura de frambuesa. Además, esto me ha servido de ‘excusa’ para cambiar los chocolates que suelen demandar en tartas de cumpleaños (podéis ver la de su 5º cumpleaños) por unas frambuesas naturales que le han dado un toque ligeramente ácido al contraste con la mermelada.
El New York cheesecake es, probablemente, la tarta más emblemática de EE.UU. Hay una cadena específicamente de este tipo de tartas (The Cheesecake Factory), por lo que os podéis hacer a la idea de la variedad que tienen . Ésta que he hecho hoy es la típica con mermelada de fresas o frutos rojos (como os decía, yo me he decantado por la de frambuesas). Mantiene toda su esencia: la consistencia cremosa y suave del queso, el crujiente de la galleta y el dulzor de la mermelada frambuesa con el ácido de fruta natural.
A mi, personalmente, me gustan que este tipo de tartas sean más bien altas, por lo que normalmente prefiero usar moldes más pequeños (de diámetro) para que así suba a lo alto en lugar de ‘expandirse’ a lo ancho (que nos quedaría más plano). En este caso, he utilizado el típico molde desmontable de 22 cm. Si la medida de molde que tenéis es distinta, podéis ajustar las cantidades proporcionalmente. Con las cantidades que os indico, la masa sube prácticamente hasta el borde, pero si tenéis cuidado (y pulso) no se os derramará al meterla al horno
Ingredientes
- 300 g de galletas de avena
- 90 g de mantequilla derretida
- 6 huevos + 2 yemas
- 200 g de azúcar
- 600 g de queso crema
- 500 ml de nata 35% M.G.
- 2 c/s de harina
- Zumo de ½ limón
- Mermelada de frambuesa
- Frambuesas
- Cantidades para molde de 22 cm.
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- Lo primero que vamos a preparar es la base de galleta. Para eso trituramos las galletas con la ayuda de una picadora. En realidad puedes utilizar lo que más fácil te resulte.
- Derretimos la mantequilla en el microondas a potencia baja para evitar que ésta se nos queme.
- Añadimos la mantequilla derretida a las galletas trituradas y mezclamos bien hasta conseguir una textura terrosa que nos recuerde a la arena de la playa mojada.
- Forramos la base de nuestro molde con papel de hornear y engrasamos ligeramente las paredes del mismo. Ahora, vamos repartiendo las galletas en el molde y con la ayuda de una cuchara o un vaso, las vamos distribuyendo por la base y así como por las paredes (unos 2-3 cm de altura) del molde.
- Metemos 10 minutos al horno, previamente precalentado a 200º, para darle consistencia. Una vez horneada, la sacamos del horno y la dejamos enfriar mientras vamos preparando la crema.
Si vamos a preparar la crema inmediatamente, bajamos la temperatura del horno a 150º y así nos será más fácil precalentarlo para el horneado de la tarta. - Para la preparación de la crema, colocamos en un bol grande los huevos (6) y las yemas (2) junto con el azúcar y batimos con unas varillas hasta obtener una mezcla espumosa.
- Añadimos el queso crema, el zumo de limón, la nata líquida y las cucharadas de harina. Batimos hasta que la crema nos quede homogénea y sin ningún tipo de grumo.
- Vertemos la crema en nuestro molde y nos preparamos para hornear.
- Subimos la temperatura del horno a 200º y cuando esté caliente, horneamos nuestra tarta en la rejilla del medio durante 10 minutos con calor arriba y abajo.
- Transcurrido el tiempo, bajamos la temperatura del horno a 180º, la cubrimos con papel de aluminio y dejamos hornearse durante 75-80 minutos más. Los bordes de la tarta deberán estar cuajados y el centro un poco menos hecho. Después del reposo se quedará más sólido.
- Una vez horneada, dejamos la puerta entreabierta y dejamos reposar dentro del horno hasta que la tarta se enfríe por completo (unas 3-4 horas).
- Cuando la tarta se haya enfriado en el horno, la pasamos a la nevera y la dejamos al menos durante 4 horas (mucho mejor toda la noche), hasta que se termine de cuajar por completo.
- Una vez lista la tarta, preparamos la cobertura. Para ello, en un cazo ponemos la mermelada de frambuesa junto con un par de cucharadas de agua y lo calentamos a fuego suave hasta que se nos forme un sirope.
- Vertemos el sirope por encima de la tarta (todavía en su molde) y repartimos bien por toda la superficie. Colocamos las frambuesas y volvemos a meter la tarta en la nevera durante un par de horas más. Debe estar bien fría cuando la vayamos a degustar.
- Desmoldamos con cuidado a la hora de servir y disfrutamos de esta auténtica delicia de tarta.
Para tener en cuenta
- Cobertura. Si vas un poco apurado de tiempo puedes echar directamente la mermelada sin 'diluirla' (en plan sirope). Esto puede suponer que tengas que echar algo más de mermelada para cubrir bien toda la superficie de la tarta ya que al no estar tan líquida te costará un poco más extenderla.
Y para que veáis el corte y cómo 'endurece' a pesar de que al salir del horno la parte central esté como un flan, os dejo unas imágenes con el corte de la tarta así como la vela y el muñequito para coronarla como la tarta del 7º cumpleaños de Mario
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