La coca de manteca es un dulce típico de Novelda que suele elaborarse tradicionalmente en época de Carnaval. Toda una receta tradicional.
Este verano en el que no he pasado mucho tiempo por la cocina salvo para las tartas de cumpleaños (la de Mario y la de mi madre), estoy tirando de recetas atrasadas que tenía pendiente por subir al recetario. Una de ellas es esta coca de manteca, típico dulce de la localidad alicantina de Novelda que tradicionalmente se elabora el día de Carnaval. Como vais a ver, hacer este tipo de elaboración es súper sencillo y aunque la tradición dice que sólo se come una vez al año, estoy convencido de que os vais a saltar la tradición (al igual que hago yo y probablemente muchos de los noveldenses) y repetirla en más de una ocasión a lo largo del año
Como la mayoría de los dulces tradicionales que son tan ‘sencillos’ de hacer, o al menos que requieren muy poquitos ingredientes, es fundamental que estos sean de calidad. En el caso de la coca de manteca, no hay mucho donde ‘rascar’ así que el protagonista será la manteca. Si podéis usar una manteca ibérica, mejor que una normal. Por cierto, que el hecho de llevar manteca, no os eche para atrás. No seré yo quien diga que la manteca no es pura grasa pero aunque no sea para tomarla a diario, hacerlo de vez en cuando no es ningún ‘pecado’ . Sólo recordaros que elaboraciones como la ensaimada, los mantecados o polvorones se hacen también con este ingrediente. Hasta mis ‘famosas’ galletas mantecadas al microondas llevan manteca
Y si os ha gustado esta coca de manteca típica de Novelda, no dudéis en probar la coca de mollitas, en esta ocasión, típica de Alicante. Todo queda en la región
Ingredientes
- 250 ml de agua tibia
- 15 g de levadura fresca
- 400 g de harina panificable
- 100 g de manteca de cerdo (para la masa)
- 8 g de sal
- 70 g de manteca de cerdo (para rellenar)
- 100 g de azúcar
- Canela molida al gusto
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- Calentamos el agua hasta dejarla tibia, o bien la cogemos directamente del grifo a una temperatura adecuada (esta opción me gusta menos porque se desaprovecha el agua hasta que sale tibia).
- Desmenuzamos la levadura fresca y la incorporamos al agua removiendo hasta que quede diluida.
- Añadimos la harina y amasamos bien hasta conseguir una masa homogénea y elástica. Dejamos reposar 5 minutos.
- Incorporamos la manteca a temperatura ambiente y la sal. Continuamos amasando hasta que la manteca quede perfectamente integrada en nuestra masa. Al principio puede parece que no va a suceder, pero ya sabéis que... 'quien la sigue, la consigue'. Usar una amasadora o robot de cocina siempre ayuda, pero de verdad que no es necesario.
- Una vez integrada perfectamente toda la manteca, hacemos una bola a la masa y la colocamos en un recipiente ligeramente engrasado. La tapamos y la dejamos reposar hasta que doble su volumen. El tiempo dependerá de las condiciones de temperatura en la cocina, pero no nos llevará menos de 30-45 minutos.
- Una vez reposada la masa, la volvemos a amasar ligeramente para desgasificarla y la extendemos sobre una bandeja de horno (o llanda) ligeramente engrasada con un poco de manteca o aceite.
- Una vez extendida la masa volvemos a dejar levar durante unos 30 minutos.
- Cuando la masa haya levado, y con la ayuda de los dedos, hacemos las hendiduras típicas de las cocas. En dichos huecos vamos repartiendo pequeños pegotitos de manteca que los intentaremos tapar con la propia masa. Podemos hacerlo dándole como una especie de pellizquitos a la masa, pero tampoco os volváis locos con ello, no tiene que quedar perfectamente cubierto
- Volvemos a dejar reposar la masa mientras precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo.
- Espolvoreamos generosamente con azúcar por toda la superficie y añadimos canela molida al gusto.
- Metemos en el horno (nivel medio), bajamos la temperatura a 190º (la teníamos a 200º) y horneamos durante 25-30 minutos hasta que quede dorada. Si transcurrido el tiempo todavía está paliducha, subimos la bandeja al nivel superior y le damos otros 5 minutos más de horneado controlando de que no se nos queme.
- Dejamos que se entibie antes de hincarle el diente
Para tener en cuenta
- Aunque aguanta bien durante unos días (y no suele darle tiempo el ponerse dura), si veis que se endurece un poco, podéis darle un golpe de micro a la hora de comerla. Esto hará que nos la comamos calentita y que además, al derretirse de nuevo la manteca, esté algo más jugosa.
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