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Durante el verano siempre he tomado la leche fría. Fría de nevera. O está fría, fría, o tiene que pasar por el micro. O fría o caliente.. no me gusta mucho (por no decir nada) la leche templada y mucho menos, si no la tomo con café.
Pues bien, muchos sabéis que desde hace un tiempo son un fan acérrimo de tomar avena en mis desayunos. Sí, si, además me va súper bien para controlar el colesterol (ya os he hablado alguna vez de esto como una de las ventajas de este cereal). En invierno, suelo hacerme gachas de avena en microondas (es lo más rápido para el día a día) pero en verano, como os decía, soy más de tomar la leche fría así que me decanto por un porridge frío (también conocido como Overnight Oats en el mundo anglosajón) como el que os traigo hoy.
Todos las noches, justo antes de irme a la cama, lo preparo para tenerlo listo para el desayuno. No me creeréis, pero sólo pensar que me está esperando este desayuno, me levanto más contento. Lo peor de ello, cuando me tomo la última cucharada… siempre me sabe a poco
Ya veréis que este desayuno, además de rico, saludable, nutritivo y sencillo de preparar os dará muchas energías. Y no se tarda nada, sólo hay que acordarse de prepararlo la noche anterior
Ingredientes
- 500 ml. de leche (o cualquier bebida vegetal)
- 60 gr. de copos de avena
- Un puñado de nueces mondadas
- 1 c/s de semillas de chía
- 12-14 arándanos desecados (opcional)
- ½ manzana (yo suelo usar golden)
- 5-6 frambuesas (opcional)
Abreviaturas
- c/s: Cuchara sopera
- c/p: Cuchara de postre
- c/c: Cuchara de café
- c/n: Cantidad necesaria
Elaboración
- La noche anterior en un bol/tazón echamos la avena, las nueces troceadas, las semillas de chía y los arándanos desecados. Mezclamos un poco.
- Incorporamos la leche (si, si, no habéis leído mal en los ingredientes, medio litro de leche), cubrimos con papel de film y lo metemos a la nevera para que repose y se nos hinche la avena durante la noche.
- A la mañana siguiente, cortamos nuestra media manzana (la otra media me la como tal cual) en trocitos y se lo incorporamos a nuestro porridge.
- Para finalizar, si nos gusta un poco más dulce, podemos echar un poco de endulzante (miel, sirope de ágave, sacarina líquida,...), e incorporaremos las frambuesas.
- Mezclamos bien... y a disfrutar!
Comentarios
- Si no queréis un porridge tan líquido, podéis echar menos cantidad de leche. Unos 300-350 ml. sería suficiente. A mí me encanta la leche para el desayuno y por eso cada mañana me bebo medio litro, pero es cierto que el auténtico porridge es más espeso, una especie de papilla grumosa.
- En cuanto al tipo de leche, lo manera original de hacer el porridge es con 'leche' (más bien bebida) vegetal ya sea de almendras, soja, avena, arroz, ... pero yo lo suelo hacer con leche (en mi caso, enriquecida con Omega-3 por aquello del dichoso colesterol). Esto ya va un poco sobre gustos.
- Y sobre las frutas, pues qué deciros, que siempre utilizo los mismos ingredientes como base (copos de avena, semillas de chía y nueces, además de la leche) y luego añado algún fruto seco adicional y cualquier tipo de fruta. Aprovechad la fruta de temporada! Eso sí, las manzanas las vais a encontrar durante todo el año
- Ahhh, por cierto, no os dejéis engañar nunca por el aspecto. Mi cuñado siempre dice que esto parece la comida de Matrix, y quizás no le falte razón, pero ya os digo yo que ésta está riquísima (la otra no la he probado). Debajo de estas líneas os dejo una foto una vez mezclado todo y listo para comer
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